jueves, 13 de marzo de 2008

N. YERAY GLEZ. MARTÍN


Somos almas suicidas que nacemos para morir, y mientras sobrevivimos nuestro propio inconsciente nos va haciendo zancadillas para prepararnos para la meta final.
El miedo más común entre los seres humanos es el miedo al propio final de su existencia, la muerte. La muerte genera monstruos, y esos monstruos surgen del inconsciente, son el temor del individuo de enfrentarse a sí mismo, el yo consciente frente al yo inconsciente. De alguna manera nosotros mismos somos nuestro peor enemigo, pues nos infringimos dolor y sufrimiento. En esta performance se plantea una metáfora freudiana, partiendo de un dialogo inspirado por la curiosidad por inconsciente, como solución al conflicto. “Lo material frente la proyección, que es la representación de uno mismo”.

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